10 nov 2012


Se despertó, abrió los ojos y vio, decían que el amor llenaba habitaciones y vio que la suya no era más que un escritorio pequeño, una cama sencilla, una mesa de noche, un televisor que nunca se encendía y un ventilador cuyos sonidos la acompañaban cuando la soledad hablaba en voz alta, en ese momento todo fue muy claro, estaba sola, el amor, el amor era una utopía, el amor son episodios de felicidad transitoria que parecen tener su origen en otra persona, le habían vendido la idea de que era amor porque, qué más podía ser si no era amor?, él se la había promocionado y ella la había aceptado sin muchas preguntas, el día siguió como si no se hubiera topado con la realidad a las 6 de la mañana, como si todo pudiera ir bien, como si no supiera lo que vendría después, la ducha, el agua helada le recordaba que la verdad, que la realidad es así, es como un chorro de agua helada que queremos evitar pero ya no hay lugar a donde ir, no hay sueño para escapar y no queda más que sumergirse en él, en este chorro helado que molesta pero abre los ojos, y despertar, salir del sueño, abandonar esos periodos MOR y darle la bienvenida a la realidad, qué realidad?, su realidad, su verdad, hace meses que era una mentira, su verdad se había perdido, de su esencia de mujer independiente solo quedaban los rezagos, sus frases feministas ya no tenían valor, eran solo letras, esas letras que la gente escribe pero no cumple, así, y se sintió como eso, como ideas sin valor, como una mujer a medias.

"...la verdad es como una manta que siempre te deja los pies frios..."

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